Una de las medidas de las personas que padecen hipertensión es eliminar la sal de los platos y evitar productos con un alto contenido en sodio.
Para conseguir realzar el sabor de los platos, en lugar de añadir sal, se puede utilizar zumo de limón, cebolla, hierbas aromáticas y condimentos como albahaca, orégano, romero, laurel, hinojo, comino, estragón, tomillo, pimienta, perejil, ajo fresco o en polvo entre otros. Es importante que la persona hipertensa se adapte poco a poco a los nuevos hábitos alimentarios sin verlo como un castigo. Una vez el paciente se adapte a un sabor menos salado le será fácil mantener este hábito más saludable en su dieta.